El rumor en Internet funciona como un agente infeccioso que se multiplica de forma exponencial e incontrolable, siendo para algunos marketeros la herramienta de manipulación perfecta. Es un virus altamente contagioso, potenciado por la propia naturaleza viral que tiene el verbo compartir en los medios sociales y a la predisposición personal a condicionar la perspectiva según lo que opine la masa. Así, las comunidades en línea suelen incubar infecciosos rumores que pueden provocar graves daños a individuos, empresas y organizaciones.